Capítulo I — Capítulo II — Capítulo III |
Tras recibir el alta del hospital y pasar dos días en Katmandú y Patan, me reúno con el resto del grupo que regresan de las montañas para hacer rafting en el Río Trishuli, afluente del Río Marshyangdi, según estaba previsto, aproximadamente a mitad de camino entre Katmandú y Pokhara.
A las 11:55 hora local, estamos comiendo en un chiringuito cerca de la carretera trazada en la ladera de la margen izquierda del río, tras un terraplén de unos 40 metros hasta el río Trishuli, esperando a que los monitores acabasen de preparar las zodiacs y el equipo para realizar el rafting previsto. De repente y sin ninguna señal de anormalidad, se oye un ruido atronador. Una sensación rara, antes nunca experimentada, nos invade. Enseguida sentimos que el suelo tiembla. Sigue leyendo