Fotograf@s en Zaragoza

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Entrevista. Alberto Pla

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Alberto Pla. Valencia. 1985

Estos días atrás andaban las redes sociales (las de inquietudes fotográficas) promoviendo, entre otras cosas, la inauguración de la exposición «Un sol para Dominicana« en la Galería Nacional de Bellas Artes de Santo Domingo, en la República Dominicana. Este trabajo, de la mano de Alberto Pla con la Fundación Solca, versa sobre la importancia de los servicios sociales que esta asociación presta en el país en materias como la educación y la sanidad.

Seguramente muchos de nosotros no podamos ir a verla (ojalá sí), y tendremos que esperar a tenerla más cerquita, ya en nuestro país. Mientras eso ocurre (ojalá también) nos vamos a conformar con conocer un poco más de este fotógrafo.

Nacido en Valencia en el, no tan lejano, año 1985, este psicólogo, fotógrafo y futuro periodista ha recorrido mucho mundo con su cámara fotográfica. Desde 2010, ha sido arte y parte de proyectos sociales en Haití, India, Mozambique y la mencionada República Dominicana (El Salvador en el horizonte). De la mano de organizaciones de la talla de Naya Nagar, Techo, Proyde… se ha propuesto mostrar las injusticias y desigualdades en el mundo con un, como él mismo dice, enfoque optimista.

Varios son los galardones recibidos, destacando su primer premio otorgado por la Fundación de Derechos Civiles en las ediciones de 2012 y 2013, o su primer premio otorgado por la Fundación BALMS de Derechos a la infancia. Además de la mencionada exposición «Un sol para Dominicana», ha tenido otras en Valencia, Madrid, Barcelona, Londres y Miami de la mano de Art Basel, y en colaboración con Fnac, Fundación Bancaja, Fundación SEUR y ADIF.

Desde el año 2014 dirige un equipo de comunicación social cuyo fin es la divulgación del trabajo de las ONGs, con el que próximamente, en 2016, viajará a El Salvador con la ONG CESAL y en colaboración con AECID para trabajar en un proyecto sobre la prevención de la violencia.

Su fotografía se convierte en testigo allá donde va. Muestra la realidad del momento en primera persona, haciendo que uno mismo deje de ser espectador y forme parte de la escena, como uno más. Con claro espíritu documentalista, consigue además un innegable atractivo compositivo en la escena. Y aquí venimos a darle la razón: además de los tipos de enfoque que lleva una cámara (simples, continuos o automáticos), en la de Alberto, además, existe el «enfoque positivo». Su mensaje es un mensaje constructivo, de esperanza, de futuro.

Hoy Alberto contesta algunas de nuestras preguntas.

Seguramente la psicología lleva consigo un cierto grado de servicio social, pero de psicología a fotografía hay distancia, no sé si mucha o poca, pero hay distancia. ¿Cuándo o cómo descubres en la fotografía un camino paralelo a tu profesión?

-Termino mi carrera y comienzo a colaborar con la Universidad Católica en el departamento de clínica, sin embargo pronto descubro que mi pasión es la fotografía cuando viajo a la India para registrar mi primer proyecto fotográfico. Una palabra clave que aprendí en la carrera es la empatía, concepto que debes tener en cuenta también a la hora de retratar personas en situación de vulnerabilidad. Entender y compartir de alguna manera su dolor ayuda a transmitir con mayor cercanía sus realidades. Psicología y fotografía son dos esferas distintas pero el fotógrafo humanitario debe también tener un ojo clínico a la hora de captar a los protagonistas con el mayor respeto y dignidad.

Fotografía y periodismo son más cercanos. ¿Periodismo cierra el círculo de tus inquietudes?

-Sin duda, creo que es lo que me hacía falta a la hora de completar mi formación. Sin embargo, los valores del periodismo: la ética, el respeto y la veracidad por registrar una situación, deben ir en el código de cada fotógrafo que trabaje en este ámbito.

Tu vocación social está más que demostrada: tu vida gira alrededor de los esfuerzos de muchas ONGs y has visitado muchos escenarios duros y complicados… en esas condiciones ¿es difícil mantener ese espíritu positivo en tu trabajo?

-En mi opinión es fácil mantener el espíritu positivo, puesto que los resultados de las organizaciones proyectan un mundo que con constancia y esfuerzo mejoran la vida de miles de personas. Debemos focalizar nuestra atención también en estos puntos positivos. Aspectos que levantan el ánimo para continuar trabajando y que debemos contagiar de alguna manera.

Seguramente es una pregunta difícil de contestar para ti, pero ¿de qué trabajo, fotográfica y humanamente hablando, te sientes más satisfecho? (personalmente «aulas para la libertad» me parece un extraordinario reportaje fotográfico sobre un extraordinario trabajo social)

-“Aulas para la libertad” muestra el potencial de la educación para los jóvenes mozambicanos. 8000 niños se formaban en cinco internados-escuelas alrededor del centro del país. En realidad me siento muy satisfecho de todos los proyectos, puesto que cada uno tiene algo especial y ha supuesto una experiencia distinta y maravillosa en lo profesional y, por supuesto, también en lo personal.

En «El corazón de Haití» nos muestras un país en crecimiento, una sociedad que renace, personas que miran hacia adelante. Cinco años después del gran terremoto ¿en qué situación están ahora mismo?

-Haití fue el segundo país –después de EEUU– en promulgar su constitución, el primero en derrotar al ejército de Napoleón y el primero también en abolir la esclavitud. Un país moderno y avanzado en su época. Sin embargo, las constantes invasiones (varias también estadounidenses), el inestable clima político –marcado por varios dictadores– y las catástrofes naturales no han dejado que se estabilice o crezca económicamente. Sigue siendo el país más pobre de América con altos índices de violencia y personas desplazadas. Haití tiene un potencial tremendo además de contar con paisajes espectaculares. Espero que la ayuda internacional y los cambios que últimamente ha desarrollado el gobierno de Michel Martelly generen realmente el impacto que todos esperamos.

«Un sol para Dominicana». ¿Podemos tener esperanza en ver este proyecto en España?

-Te avanzo –y te aseguro que todavía no se lo hemos dicho a nadie– que podremos ver el estreno del documental el 17 de enero en los Cines Aragón (Valencia), después comenzará su andadura por varios festivales hasta que algunos cines lo acojan en taquilla. Desafortunadamente no será posible ver la exposición fotográfica en nuestro país pero sí espero que se pueda acceder pronto a ella digitalmente. Más información de este proyecto: www.albertopla.com/un-sol-para-dominicana/

Háblanos de tu trabajo como comunicador social, como «altavoz» de las ONGs.

-Cuando comencé a trabajar como fotógrafo para varias ONGs me di cuenta que debíamos gestionar una buena estrategia comunicacional para mostrarlas, así como la necesidad de complementar las imágenes con otras acciones: audiovisuales, acciones a pie de calle, etc. Yo soy fotógrafo, así que se fueron sumando otros profesionales formando un equipo multidisciplinar para poder canalizar estas necesidades. Hoy somos una agencia especializada en comunicación social que trabaja a nivel internacional sirviendo –como bien dices– de altavoz para las organizaciones que comparten como nosotros la idea de cambiar el mundo.

Siempre siento curiosidad por averiguar si una fotografía nace antes o durante el momento, o se hace después en el trabajo de procesado… ¿Dedicas mucho tiempo al procesado de tus imágenes?

-No utilizo más que el necesario. Me sirvo de Lightroom para revelar la fotografía. Utilizo un calibrador Spyder 4 y me permite conseguir unos buenos resultados. Photoshop lo utilizo poco más que para darle foco y exportar. Las imágenes nacen en mi cabeza cuando las veo. Es decir, veo una estampa y creo que merece ser contada gráficamente. A veces cuentas con más tiempo y otras con menos, pero estoy convencido de que la imagen no nace en el procesado ¡aunque procesarla siempre le suma un punto!

¿Con qué equipo fotográfico cubres estos reportajes?

-Siempre he trabajado con CANON. Comencé con una Mark II y ahora trabajo con la Mark III. Sólo llevo un objetivo: antes el 24-70 (2,8f) y ahora el 24-70 II (2,8f). Es mi objetivo de batalla, pues me permite hacer un retrato con un 50mm y tener un poco de zoom hasta un “gran” angular. Entre viajes y situaciones no puedes cambiar de lente ¡o te perderías casi todo! Con este equipo he encontrado la fiabilidad y confianza que necesito.

¿Este es el único campo en el que piensas desarrollar tu faceta fotográfica?

-Tengo clientes que al conocerme como fotógrafo de cooperación me han llamado para sesiones familiares, ¡o incluso de producto! Y me encanta que confíen en mí también en estos campos tan distintos, aunque seguiré en la brecha de la cooperación, espero que por muchos años.

En lo social, seguramente te inspiran los proyectos. En fotografía… ¿qué fotógrafos, si los hay, te inspiran?

-Desde Gervasio Sánchez, Cristina García Rodero hasta Manu Bravo.

Para los interesados en este tipo de fotografía documental, y aprovechándonos de tu experiencia… ¿algún consejo?

-El primer viaje que hice fue solo a la India buscando la experiencia de trabajar con una organización (andaba acojonado). Mi consejo sería que no se lo piensen demasiado. Hay que aventurarse, lanzarse, tener respeto pero no miedo, ¡y repetirán!

Para terminar, una petición que hacemos siempre: un deseo para esta difícil profesión.

-Deseo que continúen existiendo fotógrafos que con pasión por esta profesión sigan registrando momentos que merecen ser vistos. Fotógrafos que muestren los logros de las organizaciones y denuncien la sistemática violación de los DDHH, haciendo que sus imágenes potencien el cambio, generen conciencia y ayuden a guiar hacia un mundo más justo y humano. Estamos en una época muy tecnológica, pero la fotografía todavía no ha dicho su última palabra, ni mucho menos.

Aprovecho antes de cerrar esta entrevista para agradeceros que hayáis contactado conmigo y daros la enhorabuena por la iniciativa fotográfica que desarrolláis. Un fuerte abrazo.

 

 

Si queréis conocer algo más de este «más que fotógrafo» podéis visitar su página web

Autor: Alejandro Lambán Herrero

Aragonés. Amante de la fotografía, de la naturaleza, de la charla entre amigos, de la vida tranquila... Siempre intentando aprender.

4 pensamientos en “Entrevista. Alberto Pla

  1. Un lujo volver a contar en el blog con otra de las magníficas entrevistas de Alejandro que siempre nos acercan a excelentes fotógrafos y su obra. Personalmente no conocía a Alberto Plá. Me ha parecido realmente excelente e interesante.

  2. Cuando Alejandro me avisa de que tiene una nueva entrevista para el blog, lo dejo todo y voy enseguida a echarle un vistazo; siempre interesante, siempre sorprendente… como en esta ocasión que nos presenta a un joven fotógrafo, con un gran trabajo ya a sus espaldas y con un futuro que le auguro mejor todavía.

    Emocionante ver los proyectos elegidos y la divulgación que hace de esas duras realidades que ocurren a nuestro alrededor.

    Gracias a Alejandro y por supuesto a Alberto Pla por compartir con nosotros su visión fotográfica. No dejéis de echarle un vistazo a su web.

  3. Me ha encantado la entrevista y el conocer a Alberto Pla. Excelente su testimonio y sus fotografías.
    Muchas gracias a entrevistador y entrevistado.

  4. Reblogueó esto en Imágenesy comentado:

    Entrevista realizada a Alberto Pla para el blog de FeZ.

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