Hoy vamos a hacer un ejercicio de relajación al más puro estilo FeZ: con magníficas fotografías.
El atardecer es un momento mágico en el cielo de este planeta (sí, también el amanecer, pero ese lo dejaremos para otro rato). Los colores que nos ofrece el cielo, en el ocaso diario del sol, son todo un espectáculo en casi todos los lugares del mundo. Vamos a hacer un recorrido por algunas de las magníficas imágenes de atardeceres que hay en nuestro escaparate de FeZ, o lo que es lo mismo, un recorrido por vuestras fotografías de ese mágico momento.
Además del lugar, la estación del año en la que nos encontremos y la meteorología, el sol, en su retiro diario, nos ofrece un espectáculo distinto cada día en función de la atmósfera existente en ese momento. Esto hace que podamos disfrutar de unas tonalidades muy distintas, de gran contraste y de gran belleza. Aunque no reparemos en ello, cada atardecer es único. (Consejo: tener en cuenta el balance de blancos de la cámara, para conseguir la tonalidad que buscamos del cielo que tenemos delante).
Generalmente, en un atardecer, la verdadera belleza está en el cielo. La disposición de las nubes en combinación con la iluminación que ofrece el sol hace que todos y cada uno de los atardeceres sean únicos. (Consejo: en una fotografía de atardecer, cuyo motivo está en el cielo, es muy importante elegir una apertura de diafragma que nos brinde una profundidad de campo suficiente para captar el máximo de nitidez del paisaje).
Si a la belleza de la caída del sol (ya de por sí una buena fotografía) le añadimos un «extra», que nos permita componer de otra manera y dotar a la fotografía de una referencia o motivo principal, el resultado puede ser muy atractivo. (Consejo: más que nunca, hay que tener en cuenta como componer la fotografía. Una buena composición puede marcar la diferencia).
El atardecer en las ciudades aúna la belleza de los cielos, en los que la luz empieza a dorarse y apagarse poco a poco, con las primeras luces artificiales que iluminarán la noche en las asfaltadas calles. (Consejo: aquí es donde se agradece disponer de un trípode que nos ayude a estabilizar e inmovilizar la cámara para poder ganar en nitidez y evitar las odiadas trepidaciones).
El sol, nuestra principal fuente de luz (eso que tanto ansiamos dominar los fotógrafos), nos brinda cada día una estupenda ocasión para gozar de esta afición que tanto nos gusta. Es nuestra elección hacerlo o no. Tal vez mañana. O a lo mejor pasado mañana. Todos los días ocurre y todos los días es distinto.
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Cada día muere, y cada día vuelve a salir
y en su nacer se prepara para morir
Y en su morir se renueva para nacer
y mientras muere, brilla, alumbra,
regala el color de su ser,
acaricia el cielo, y se derrumba
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Nuestro agradecimiento a los autores de las fotografías por autorizarnos amablemente el uso de las mismas para este pequeño homenaje al atardecer.
Muchas gracias a
Jesús Celma , Marisa-adullismei , Manuel-Valdurrios , Fernando Martín Solano , Inma Salas , Kinojam , María José ,
José Abizanda , Rosa Tomé , Juanedc , Bardaxi , Conchita2010 , José Manuel Molina , Miguel Marqueta
EquipoFeZ
Fotograf@s en Zaragoza 
1 abril, 2014 en 0:02
Desde luego, el sol no puede ofrecernos mejor despedida que ese gran regalo de colores y contrastes en el cielo.
Todo un espectáculo visual este post mostrando algunas de las fantásticas capturas de esos instantes mágicos e irrepetibles. ¡Enhorabuena a todos sus autores!
3 abril, 2014 en 0:25
Realmente hay dos momentos mágicos que nos gustan mucho a los fotógrafos: los amaneceres y los atardeceres. La ventaja que tienen estos últimos es que no hay que madrugar, pero ambos representan una gran oportunidad de recoger magníficas fotografías y realmente no hay dos imágenes iguales. Dependiendo del lugar del que disparamos, del encuadre, de los parámetros utilizados, del procesado, …cada uno va a presentar el momento de una forma diferente.
Un magnífico artículo que nos muestra diferentes atardeceres en excelentes tomas